
La capacidad original del embalse del Zújar, de 725 hm3, se mostró insuficiente ante las irregulares aportaciones del río, mínimas unos años y extraordinarias otros, de manera que se construyó la de La Serena, en pleno vaso de ésta, con lo que la capacidad citada más arriba se redujo a los actuales 302 hm3. Desde que está en explotación el embalse de La Serena, este otro (como el de Orellana) se mantiene a una cota alta y sin apenas variaciones, con aguas limpias y oxigenadas y conformando un lago artificial que mejorará el entorno.
Está claro que La Serena es una gran presa y un gran embalse. Llevada a cabo en la segunda mitad de los años ochenta, con una altura de 91 m y 580 m de longitud en coronación, genera un enorme embalse de 3.219 hm3 de capacidad, un lago artificial que se extiende por las comarcas de La Serena y La Siberia, casi rodea al cónico cerro de Masatrigo en la confluencia del Guadalemar con el Zújar, se extiende hasta cuatro kilómetros a lo ancho frente a la localidad de Peñalsordo (Badajoz) y forma otra larga lengua en el río Esteras. La cola del embalse lleno alcanza las inmediaciones de la localidad de Guadalmez, en la provincia de Ciudad Real, y la estación de Belalcázar, en la de Córdoba. Durante su ejecución, las instalaciones utilizadas, el ritmo de puesta en obra y, en fin, todos sus números, hicieron que no pasara des-apercibida ya desde que estaba en plena construcción y que se mantuviera en el candelero de los foros de discusión técnica, siendo objeto de críticas y loas desde los medios sociales, políticos, económicos y de comunicación. La cerrada está en pleno embalse del Zújar y a unos 6 km de esa otra presa que describimos a continuación.
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